23/02/2021
Los edificios del puerto de Motril diseñados por Elisa Valero Ramos, Juana Sánchez Gómez y Diego Jiménez López, son construcciones que utilizan la tecnología del hormigón prefabricado fibroreforzado, para la construcción de naves sostenibles, eficaces y rigurosas.
Principalmente se empezó a diseñar un panel que pudiera ser estructural y envolvente para que la construcción de un prototipo se pudiera replicar resolviendo otras necesidades del puerto y, por extensión, en otros entornos marinos.
Los nuevos edificios transitarios del Puerto de Motril se construyeron con un sistema de paneles de hormigón prefabricado con armado de fibras, concretamente MasterFiber 246 y MasterFiber 400 de Master Builders Solutions. Estos paneles fueron diseñados como un prototipo de edificio de bajo coste y alta durabilidad. Esto responde a la creciente necesidad de ofrecer edificios portuarios sostenibles en el sur de Europa.
La envolvente exterior de estos edificios está expuesta al impacto del ambiente marino. Esto significa que, en el caso de usar hormigón armado con acero, va a tener efectos negativos en su durabilidad y estética. En este contexto, y para superar estos aspectos negativos se introdujo el uso de fibras poliméricas como refuerzo estructural. Tras un estudio previo de los paneles prefabricados, finalmente, se ejecutaron dichos paneles con fibras MasterFiber.
Para esta obra se diseñaron paneles de 2.250x3.480x150 mm y optimizados considerando las fibras poliméricas como el único refuerzo estructural. Los paneles configurados han resultado ser más sostenibles que otras alternativas. Esto es así por su uso de un diseño holístico integrando aspectos de propiedades del material, rendimiento estructural, proceso de construcción y producción.
Los paneles del puerto de Motril muestran la optimización de la forma para conseguir resistencia y el uso de la fibra para eliminar armadura y recubrimientos. El elemento clave para que esta obra tuviera el éxito que ha tenido ha sido el uso de las fibras poliméricas MasterFiber ya que, mezcladas en hormigón fresco, las fibras conforman una red interna y añaden propiedades superiores de resistencia a la tracción a los elementos de hormigón.
La fibra controla la fisuración por retracción plástica e hidráulica, y mejora la respuesta estructural tanto a tracción, flexión y cortante aportando una rotura dúctil, y a su vez se mejora la resistencia a fatiga e impacto, así como mejor resistencia en caso de fuego.