Décimo aniversario de la ‘Planta de secado de lodos’ de la fábrica de CEMEX en Alicante
Jonathan Gil
22 febrero 2022
300.000 toneladas de lodos procedentes de las aguas residuales tratadas en depuradoras alicantinas. Este es el balance de funcionamiento de los primeros diez años de vida de la planta de secado de lodos puesta en marcha de manera conjunta por EPSAR, Aguas de Alicante y CEMEX, un proyecto pionero en España y Europa que se ha convertido en referente de economía circular y que ha contribuido a reducir la huella de carbono que los lodos dejan en el medio ambiente.
La instalación, que se ubica junto a la fábrica de cemento de CEMEX en Alicante, cuenta con dos túneles térmicos donde seca el lodo, convirtiéndose en un combustible apto para el proceso de fabricación de cemento. Todo ello, sin consumir ningún tipo de energía calórica más que la que desprende el horno en su propio proceso de fabricación.
En este sentido, el proceso de valorización (uso de los lodos secos como combustible en el horno cementero) ha posibilitado que estas 300.000 toneladas de fangos sean reutilizadas como combustible de sustitución en el proceso cementero, transformándolos de nuevo en un recurso para otros procesos industriales y evitando, en última instancia, su depósito en vertedero, así como la emisión de 120.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a las generadas por la circulación de 85.000 vehículos en un año.
La planta de secado ocupa una superficie de 1.500 metros cuadrados y su puesta en marcha supuso una inversión de 12,5 millones de euros. Su funcionamiento permite condensar una media de 12 metros cúbicos por hora de agua procedente de los lodos en un circuito cerrado y cuenta con medidas correctoras para evitar la propagación de olores.
En la actualidad, en la planta de Alicante, más de la mitad de los combustibles son alternativos, lo que contribuye a evitar gran parte de las emisiones que producen los combustibles fósiles, así como a alcanzar el objetivo de ‘Acción Climática’ de CEMEX. La compañía tiene como meta reducir un 55% las emisiones de CO2 para 2030 y la descarbonización de sus operaciones de cemento, buscando lograr ofrecer hormigón con cero emisiones netas de CO2 para 2050. CEMEX cumple así con su objetivo medioambiental prioritario, reduciendo las emisiones de CO2 utilizando los combustibles alternativos permitidos en el marco de su Autorización Ambiental Integrada.
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