Panorámica de la gestión de residuos de construcción y demolición en España y en Europa. Realidades y mitos de los áridos reciclados

César Luaces Frades
Dr. Ingeniero de Minas. Director general de la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (ANEFA) y de la Federación de Áridos (FdA)

Rita Martínez Andía
Responsable de Atención a Empresas de ANEFA

Mª Rosa Carretón Moreno
Ingeniero de Minas. Responsable Técnica de ANEFA

En la Asociación Nacional de Empresarios de Fabricantes de Áridos (ANEFA) existe, desde 1997, un Comité empresarial de áridos reciclados y gestión de RCDs, que paralizó sus actividades en 2002, y que ha vuelto a retomarlas en 2015, con el objetivo de desarrollar la línea de negocio de producción de áridos reciclados y de gestión de RCDs en empresas del sector de los áridos, como parte de la estrategia de diversificación empresarial, tal y como está contemplado en el Plan Estratégico 2012-2015 del Sector de los Áridos, y en el Plan de mejoras tecnológicas y organizativas sectoriales 2011-2020.

Además, desde 2014 existe la Federación Española de Gestores de Residuos de Construcción y Demolición (FERCD) con 33 miembros. Actualmente, en España y en las diferentes Comunidades Autónomas, los índices de reciclado de residuos de construcción y demolición distan todavía mucho de acercarse a los estándares europeos, a pesar de los sucesivos planes de residuos promovidos por el MAGRAMA y por las diferentes Administraciones autonómicas.

Antes de 2020, la cantidad de residuos no peligrosos de construcción y demolición destinados a la preparación para la reutilización, el reciclado y otra valorización de materiales, con exclusión de los materiales en estado natural definidos en la categoría 17 05 04 de la lista de residuos, deberá alcanzar como mínimo el 70% en peso de los producidos.

Sin embargo, aún alcanzando esta cantidad, esto no representaría más allá del 7–15% de la demanda total de áridos para la construcción, cantidades éstas refrendadas por la experiencia real de los países europeos más avanzados, por lo que no puede hablarse de una sustitución del consumo del recurso natural por el recurso reciclado, sino de una mejor y más eficiente gestión de los recursos. (…)