90 años de ‘Cemento Hormigón’, la crónica de nuestra historia

Aniceto Zaragoza
Director general de Cemento Hormigón y de la Agrupación de fabricantes de cemento de España (Oficemen)

Los 90 años de la revista Cemento Hormigón son la mejor crónica con la que podríamos contar la historia de la industria del cemento en España. La publicación ha sido testigo de la evolución de un sector centenario, acompañándolo en sus avances técnicos y en sus períodos de auge y recesión. Compañera y portavoz de los logros, pero también de las dificultades a las que se han enfrentado las empresas que forman esta industria, base fundamental de las infraestructuras y del desarrollo político y social de nuestro país desde el inicio del siglo XX.

Los felices años 20, la primera gran expansión de la industria del cemento
Bajo la dirección de su fundador, el profesor y doctor Ingeniero Industrial Patricio Palomar Collado, la publicación vio la luz en junio de 1929 con la edición del primer número de la que entonces se denominó revista Cemento; y lo hizo en un momento histórico clave en el siglo XX, la etapa final de los ‘felices años veinte’, en los que nuestro sector había vivido, gracias a la revolución industrial y el auge de las infraestructuras, el primero de sus saltos tecnológicos. Cemento nacía, por tanto, como altavoz de las nuevas soluciones que la industria ideaba para hacer frente a obras cada vez más complejas, un elemento que se ha prolongado a lo largo de toda su historia.

España vivía también las postrimerías de una etapa dorada para las infraestructuras en nuestro país. En la década de los años 20, España era un país en obras y el cemento, su protagonista: se crearon la dirección general de Ferrocarriles y Tranvías, el Circuito de Firmes Especiales y las confederaciones hidrográficas, que dieron el pistoletazo de salida a la creación de presas y embalses, básicas para la producción energética y el abastecimiento de la agricultura, minería, industria y la sociedad en general. El cemento y el hormigón, obviamente, se convirtieron en base y materia prima fundamental para ese desarrollo económico y social al que, en último extremo, debemos en parte nuestra calidad de vida actual. Hablamos además de una época en la que el hormigón armado permitía dar soluciones a problemas de la ingeniería hasta la fecha inalcanzables, especialmente en puentes.

Por desgracia, la revista Cemento, fue a nacer justo cuando todo ese auge económico se apagaba. El ‘Crac del 29’ y la ‘Gran Depresión’, unidos a un período de malas cosechas, habían repercutido en la balanza comercial española produciendo una caída imparable de la cotización de la peseta y una fuerte crisis económica y social. La contratación de obra nueva se paralizó. (…)