Cuando la valorización no son sólo porcentajes

Pablo González Alcón
Director de Publicación
Ediciones Técnicas Pauta, S.L.

La industria cementera española sigue dando buenas muestras de su larga y firme apuesta por la producción sostenible de ese material de la construcción básico y responsable en gran medida del desarrollo del que disfruta la sociedad del siglo XXI: el cemento. Una vez más, como sucede con cada nueva presentación de la última actualización del ‘Informe sobre reciclado y valorización de residuos en la industria cementera en España’ (Instituto Cerdà), las cifras en lo tocante a la reducción de emisiones a la atmósfera de CO₂ deja bien a las claras cómo el sector sigue trabajando de forma constante y denodadamente, sin entender de crisis económicas, en seguir abundando en la consecución de una industria cada vez más respetuosa con el medio ambiente, en ocasiones yendo más allá de los legalmente exigible, que es una de las mejores muestras del compromiso de las empresas con el entorno.

En este sentido, durante la presentación en Mérida el pasado 29 de septiembre de la última actualización del estudio del Instituto Cerdà que antes mencionábamos, hemos podido saber que gracias a la valoración energética en las fábricas de cemento de la biomasa, se han evitado la emisión a la atmósfera de más de 800.000 toneladas de CO₂ y como a los medios de comunicación -especialmente aquellos que no pertenecen al sector- les gustan de las comparaciones, el monto de emisiones no liberadas a la atmósfera equivale a las producidas por 266.666 coches durante un año. De esta forma nos podemos dar cuenta del alcance de las medidas de control y reducción puestas en marcha por las cementeras españolas, que han podido conseguir estas cifras gracias sin duda a que en el mercado español existen muchas -y muy buenas- empresas que proveen a la industria cementera de bienes de equipo y servicios que permiten alcanzar semejantes logros. Es justo reconocerlo ya que las metas no se alcanzan nunca en solitario. (…)