“Next Generation”, PERTE y CBAM, los grandes aliados

Ediciones Cemento, S.L.U.

Siempre que se inicia un nuevo año es el momento de realizar el balance del que se deja atrás. Es por ello que en esta primera edición de 2023 publicamos tres interesantes artículos en la sección ‘Análisis económico’ en el que las patronales españolas del cemento, los aditivos y el hormigón preparado hacen sus respectivos balances de 2022 y previsiones para este año. En este sentido, aunque el horizonte no sea tan despejado como nos gustaría, tenemos que afrontarlo con esperanza.

Y es que esa debería ser nuestra forma de verlo, ya que todavía en nuestro sector no se vislumbran los tan traídos y llevados fondos europeos “Next Generation”. Aunque su puesta en escena en España se está retrasando más de lo debido, son vistos por todos los sectores potencialmente beneficiarios como un factor determinante para acelerar la transformación de muchos sectores industriales españoles.

Por otra parte, el PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) de Descarbonización Industrial se configura como una oportunidad histórica para llevar a cabo la transformación sin precedentes y hacia la neutralidad climática en la que estamos inmersos. Es muy probable que se presenten diferentes proyectos por parte de nuestras empresas para acometer actuaciones en materia de descarbonización de fuentes de energía, gestión energética integral de procesos industriales, captura, almacenamiento y usos del carbono, descarbonización por reducción de recursos naturales e I+D+i, etc.

Esa doble inyección económica va a ser a buen seguro uno de los grandes hitos de este año 2023, al que hay que unir la puesta en marcha del Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM). Desde Oficemen se ha aplaudido la medida aprobada por la Unión Europea al tratarse de una de las reivindicaciones históricas del sector cementero y que va a permitir garantizar un tratamiento equilibrado tanto de las importaciones en todos los países miembros, como a nivel de garantía y seguridad jurídica, ya que fomentará las inversiones para favorecer el cumplimiento de los objetivos de descarbonización. En otras palabras, el CBAM es una de las grandes esperanzas para, entre otras, nuestra industria ya que va a poner en valor el cumplimiento de la amplia y exigente normativa medioambiental comunitaria, frente a otros productos y bienes importados desde países extracomunitarios que no cuentan con agendas de descarbonización tan exigentes.

Confiamos en que estos tres mecanismos, una vez superadas las barreras burocráticas para su adecuada puesta en marcha, sean piezas esenciales para mejorar la competitividad de la industria cementera y de toda su cadena de valor en nuestro país.