Una característica no aprovechada en los elementos prefabricados de hormigón: la masa térmica

Alejandro López Vidal
Ingeniero Industrial. Director Técnico ANDECE (Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado de Hormigón)

José Antonio Tenorio Ríos
Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Jefe Unidad de Calidad en la Construcción. Instituto de Ciencias de la Construcción ‘Eduardo Torroja’–CSIC

Albert Einstein afirmaba que “si buscas resultados diferentes, no siempre hagas lo mismo“. La masa o inercia térmica (términos que se suelen mezclar) ha sido una de las propiedades diferenciadoras que ha tratado de destacar la industria del hormigón frente a otros materiales de construcción, pero sin pasar de ser una mera cualidad. Sin embargo, es fundamental que cualquier característica deba ser cuantificada para poder valorar su idoneidad y aplicabilidad. En este sentido, el rumbo que están tomando las políticas reglamentarias, especialmente en materia de edificación, obligan a que el sector comience por fin a poner cifras a este parámetro, apreciado pero no del todo conocido.

Según datos de la Comisión Europea, el uso de la energía en edificios residenciales y comerciales representa aproximadamente el 40% del total de consumo final de energía y emisiones de CO₂ en Europa, lo que refleja la elevada incidencia que tiene a nivel económico en países con un porcentaje elevado de su PIB basado en la construcción; social, como generador de empleos o negocio necesario para cubrir una necesidad básica como la vivienda o la creación de infraestructuras; y medioambiental, por el uso importante de recursos naturales, energía o las posibles afecciones al medio. (…)