La cantera de pizarra de la fábrica de cemento de Alconera (Badajoz) ha sido el lugar elegido para llevar a cabo las primeras actuaciones del plan de gestión de la biodiversidad de la empresa.

Tras analizar durante seis meses los hábitats existentes y potenciales en los terrenos de la cementera y realizar un inventario de la fauna y flora se han plantado de forma experimental dos tipos de árboles de crecimiento lento típicos de la dehesa, encinas y alcornoques. Los plantones cuentan con sistema de protección frente al ganado que pasta en la zona, para ver la efectividad de las protecciones para futuras repoblaciones.

Además, se ha instalado un sistema de captación y aprovechamiento de agua, denominado Waterboxx. Este método es mucho más eficiente que el riego por goteo y aumenta la supervivencia de los plantones. Tan solo en el primer año, el Waterboxx permite ahorrar hasta un 90% de agua respecto a los sistemas de riego tradicionales. Por otro lado, confirma la respuesta de las dos especies, con necesidades hídricas distintas, así como su adaptación.

Votorantim Cimentos, propietaria de la planta de Alconera, está realizando este plan de gestión de la Biodiversidad con Fundación Tormes-EB, entidad con gran experiencia en esta materia.

La Fundación Tormes gestiona desde hace más de cinco años el plan de biodiversidad de otras instalaciones de Votorantim Cimentos. Concretamente de la fábrica de cemento de Málaga y de la cantera de La Utrera, en la misma provincia. En esos proyectos se trabaja en más de 250 hectáreas enfocadas a la compatibilización del proceso productivo con la conservación y mejora de hábitats endémicos de alto valor, así como en novedosas técnicas de restauración integral.

Según Pablo Viedma, director de la fábrica de Alconera, “apostamos por garantizar la conservación, mejora y puesta en valor de la riqueza natural de nuestros terrenos industriales y el mejor instrumento para llevarlo a cabo es la implantación de planes de gestión de la biodiversidad. Estas actuaciones que acabamos de poner en marcha son el inicio de un largo camino que confirma la compatibilidad de la producción de cemento con la protección del medio natural y de los ecosistemas locales”.