La erótica del cemento

J.C.L.A.
Quién no echa una cana al aire,
y si es posible hasta ciento,
mientras ella te susurra:
¡Vaya polvo el del cemento!
Tus sólidas concreciones,
material pulverulento,
rellenan las oquedades
que al paso se van abriendo.
En tus cristalinas redes
las presas siguen cayendo:
las atraes con epitaxia
cual cationes de magnesio.
De tus polvos… estos lodos:
yo mismo soy de cemento
como la materia gris
que aglutina mi cerebro. (…)
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