Fundación Minería y Vida: tender puentes con la sociedad

Íñigo de Amescua
Miembro del equipo de la Fundación Minería y Vida. Responsable de comunicación de la Asociación Nacional de Fabricantes de Áridos (ANEFA)

Hay dos aspectos fundamentales que saltan a la vista en cualquier foro relacionado con el sector de las industrias extractivas. Por un lado, está la constatación de su vital importancia para el día a día de nuestra economía, industria y el progreso social. Al mismo tiempo, y ya en segundo lugar, casi siempre se hace patente el gran desconocimiento sobre el mismo que tiene la sociedad en su conjunto. Esto no es más que la constatación de un vacío comunicativo que lastra al sector y, también, a la sociedad en la que desarrolla su actividad.

Durante mucho tiempo, en nuestro día a día, hemos vivido de espaldas a este sector. Tenemos ordenadores, viajamos por carreteras, vivimos en edificios y trabajamos en oficinas, tenemos teléfonos inteligentes, coches eléctricos, nos beneficiamos de las conducciones de agua, los viaductos… Pero no somos realmente conscientes, como sociedad, de dónde salen las materias primas necesarias para fabricar todo ello. Desconocemos cómo se producen estos bienes o infraestructuras. Aunque los tiempos están cambiando para el sector. La actual coyuntura geopolítica global y europea está llevando cada vez con más asiduidad a la agenda informativa y política la necesidad de una estrategia común de extracción sostenible de nuestras materias primas que nos haga lo más independientes posible ante crisis de suministros o alzas de precios. La propuesta de Reglamento de Materias Primas Críticas de la Comisión Europea o la publicación de
la ‘Hoja de Ruta para la Gestión Sostenible de las Materias Primas Minerales’ por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico son una buena prueba de ello. (…)