Si las infraestructuras fallan, nos quedamos sin agua

Lorenzo Correa
Ingeniero Civil. Autor en futurodelagua.com

Las infraestructuras hidráulicas son dignas merecedoras de muchas alabanzas. Pero, como toda obra humana, son perecederas y por ello hay que preocuparse de cuidarlas. La titánica labor de construirlas lleva consigo otra no menos importante, aunque menos vistosa como es la de mantenerlas en buen estado de conservación. Por desgracia, en muchos casos, esto no se lleva a cabo adecuadamente. Y la amenaza derivada de su crepúsculo está cada día más presente.

Este artículo surge de la reflexión del autor sobre qué pasaría si un día no tuviéramos agua en casa, en la fábrica o en el campo. Como las conclusiones son aterradoras, se hace una llamada a la esperanza, oteando el horizonte. Y viendo cómo se está enfocando el asunto en otros países.

Para empezar, en EE.UU. hacen encuestas nacionales con el lema ‘Imagina un día sin agua’. Pretenden poner en valor la importancia de las infraestructuras hidráulicas (donde todo es hormigón y por ende, cemento, es decir el leitmotiv de esta revista técnica). Los resultados de la última encuesta son sorprendentes: la gente sitúa a estas infraestructuras como prioritarias para invertir en su construcción, mantenimiento y renovación.

En nuestro país, todo esto está por hacer. Y como no se hace, continuamos con el debate estéril de los trasvases, la sequía y las inundaciones. Ojalá este artículo pueda generar energías para iniciar un debate serio, porque hace mucha falta. Para ello, primero hay que leerlo. (…)