La restauración de las canteras una vez explotadas es una prioridad para CEMEX en materia de sostenibilidad. La cantera que suministró caliza durante casi un siglo a la fábrica de CEMEX en Castillejo (Yepes, Toledo) no es una excepción. Han pasado casi 20 años desde que los terrenos de la antigua explotación minera se transformaran en viñedo y durante todo este tiempo, la vendimia anual demuestra lo acertado de la decisión. Este proyecto ha conseguido una total integración con el entorno a través de la recuperación de los terrenos, los ecosistemas, un espacio para una actividad agrícola tradicional, la creación de riqueza y su contribución al mantenimiento del empleo en la zona.

Este año se han recogido 90.900 kilos de uva de las variedades Merlot, Syrah y Cabernet Sauvignon, que son las que mejor adaptación tienen en la zona. Una conocida bodega local las transforma en el excelente caldo con denominación de origen que produce esta tierra. El viñedo de CEMEX cuenta con 92.000 cepas, repartidas en una extensión de 30 hectáreas y dispone de riego por goteo, espaldera y recolección mecanizada. La división agrícola de CEMEX -un equipo experto que se encarga del cuidado de las canteras restauradas con diferentes cultivos-cuida con esmero estas vides y se encarga de su mantenimiento entre vendimia y vendimia, realizando las podas y el tratamiento adecuado en plantas y suelos.

La restauración la cantera convertida en viñedo de Yepes se llevó a cabo en varias fases, incrementando año a año el número de viñas plantadas hasta alcanzar las actuales. Desde la primera cosecha esta restauración se ha revelado como un gran acierto.  “La ubicación donde se encuentra la cantera es una zona vinícola de larga tradición. Queríamos devolver a la tierra los terrenos, respetando los usos y costumbre locales por ello, se decidió convertirla en viñedo”, comenta Rafa Sempere, responsable de la división agrícola de CEMEX.

Hoy, la cantera es un viñedo consolidado y maduro que, al igual que todas explotaciones de la zona, se encuentra bajo los efectos de los factores climáticos y medioambientales, a los que se va adaptando para obtener los mejores resultados. Las vendimias en la zona centro de España se van adelantando desde hace años y las últimas se recoge la uva a finales de agosto, de noche en las horas de menos calor y de forma mecánica para que los frutos no sufran.